Crece la población y disminuye el agua

El clima cambia de manera radical en todo el planeta, y la ciencia ya no especula, sino que afirma que las consecuencias serán graves si no se toman medidas urgentes.

Jorge Ruiz, director de la organización CANARU explicó que a causa del aumento de las inundaciones y sequías, el número de refugiados en el mundo podría llegar a 200 millones, en tanto que el derretimiento de los glaciares podría traer escasez de agua a una sexta parte de la población mundial.

Otro grave problema es que estamos devastando los recursos fósiles de agua. Nuestro uso intenso, aunado al crecimiento exponencial de la población, nos da como resultado un desgaste mayor en comparación con la recopilación natural de agua dulce.

Ruiz destacó que el costo del recurso se elevará ya que las fuentes de agua explotadas serán más profundas y estarán más lejos que las fuentes actuales. Todo ello, sin contar los conflictos sociales que protagonizarán grupos de personas que se queden sin el líquido por largos periodos en zonas rurales y urbanas.

El acceso al agua potable y la tasa media de crecimiento de la población es inversamente proporcional. A medida que aumenta el crecimiento de la población disminuye, en términos generales, el acceso al agua potable.

La contaminación de los recursos hídricos aumenta en muchos lugares y la eficiencia en la distribución y uso del agua no es la suficiente tanto en riego como en el abastecimiento de agua en zonas urbanas. En el futuro cercano, poblaciones de las zonas urbanas de los países subdesarrollados ascenderán al doble de hoy en día, lo que terminará agravando más la situación de los países subdesarrollados con respecto al acceso al agua potable.

Ruiz mencionó que en la mayoría de los países el agua sigue siendo manejada, sector por sector, por un conjunto de instituciones muy fragmentadas. Este sistema es ineficaz para asignar agua para todos los fines, impide la participación real de otros grupos interesados y frena el manejo integrado de los recursos hídricos.

Debe mejorarse radicalmente la productividad del uso de agua. Las soluciones se deberían basar en satisfacer casi la mitad del aumento de la demanda de uso agrícola del agua en el año 2025 con una mayor productividad del agua, aprovechando muchas oportunidades para mejorar su manejo. El reciclaje, que prevalece en muchas partes, sigue teniendo el potencial de ahorrar agua. También resulta posible conseguir ventajas con un suministro más confiable a los agricultores, por medio de tecnología de precisión y de sistemas de retroalimentación de irrigación.

Según datos de Visión Mundial, en 1900, América Latina tenía una población de unos 60 millones de habitantes; actualmente se aproxima a los 500 millones. La población latinoamericana se ha multiplicado consecuentemente más que por ocho en el siglo XX. Esa evolución se desarrolló en forma relativamente moderada hasta 1940 (120 millones), acelerándose luego. En las décadas posteriores a 1940, el crecimiento de la población fue, por periodos de 10 años y en millones, el siguiente: 31, 49, 65, 81, 82 y 94. Los pronósticos de crecimiento para las dos primeras décadas del siglo XXI son: 90 y 87. En el año 2005, la población de América Latina alcanzará la marca de 700 millones, es decir, que en los próximos 25 años aumentará en 200 millones, o sea un 40%.



La Paz, noviembre 3 (GAIA Noticias)

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