Contexto de Agua en Bolivia

En los últimos años la agenda mundial ha incluido como un tema de creciente prioridad el análisis de la problemática del agua y sus consecuencias. Bolivia no solo ha estado inmersa en esta agenda, sino incluso ha marcado línea y ha sido puntal para la construcción de una visión más social de la gestión de este recurso, sobre todo en la búsqueda de romper los criterios de mercantilización que consideran al agua como un bien escaso y económico, susceptible de ser introducido a la disciplina del mercado.

La aguas de Bolivia tributan a tres grandes cuencas: la cuenca Amazónica (66% del territorio) que a través del río Madera drena alrededor del 95% de las aguas del país, la cuenca del Plata (21% del territorio) y la denominada cuenca Cerrada o Lacustre (13% del territorio) que gira alrededor de los lagos Titikaka y Poopo y sus ríos tributarios tanto en Bolivia como en Perú. Las zonas predominantes son la altiplánica andina, la de los valles interandinos y la de los llanos, las dos primeras representan alrededor de una tercera parte de la superficie total del país (1,098.581 Km2), aunque aún son el espacio de vida de cerca de 3 de cada 4 de los aproximadamente diez millones de bolivianos y es la zona en la que el uso del agua cobra mayor prioridad por su acceso restringido (derechos, usos), disponibilidad temporal (3 a 4 meses de lluvia), escasez (250 – 400 mm. de lluvia) o demanda (riego, agua potable, industria).

A pesar de los avances normativos principalmente a nivel sectorial (p.e. la Ley de Riego) e institucionales (p.e creación del ministerio del agua), la situación normativa e institucional formal del agua en Bolivia es aún débil, incompleta, inexistente o caduca (p.e. Ley de aguas de 1906, falta de autoridad de aguas, ausencia de un marco normativo integral que contempla los múltiples usos del agua, etc.), por lo que a nivel local aún prevalecen prácticas tradicionales de ordenamiento del acceso y gestión del agua basadas en los usos y costumbres (normas consuetudinarias o derecho positivo), que conviven con el derecho formal, soportadas por estructuras ancestrales o más recientes pero socialmente aceptadas o impuestas.

Entre el 80 y 85% del uso del agua en Bolivia está dirigido al riego (CEPAL, 1998; Van Damme, 2002), es también relacionado a este sector productivo que se presentan los mayores conflictos intra e intersectoriales, especialmente en aquellos lugares en los cuales la escasez del agua y su ineficiente gestión, agudiza su disponibilidad y manejo y en los cuales se multiplican los esfuerzos locales e institucionales por avanzar hacia una Gestión Integral del Agua, que promueva su sostenibilidad y gobernabilidad local y un acceso más equitativo y equilibrado, en el marco de espacios de concertación de múltiples actores.

La búsqueda de alternativas para la construcción de una gestión integral del agua a nivel local, ha motivado al grupo de aprendizaje estudiar el caso de Tiquipaya, municipio del departamento de Cochabamba (cuya capital ha sido escenario de la conocida “Guerra del Agua” del año 2000), donde los contrastes de sequía e inundación ligados a los períodos de estiaje y precipitación (típicos en los valles interandinos); la coexistencia de modelos tradicionales prevalecientes de acceso y gestión del recurso con la institucionalidad y normatividad formal; así como la lucha constante entre el avance acelerado del proceso de urbanización con los esfuerzos campesinos por evitar el cambio del uso actual del suelo; etc. La han convertido en un lugar privilegiado y emblemático de trabajo de varias instituciones que a su forma y 3 propia visión trabajan en la construcción de conceptos, aún no comunes, de Gestión Integral del Agua y la Gestión Integral de Cuencas.

Por otra parte, la búsqueda de gobernabilidad en un escenario de debilidad Gubernamental, ha provocado una mayor predisposición de los administradores del Estado por atender las demandas de las organizaciones o movimientos sociales, principalmente campesinos e indígenas, abriendo para ello, en muchos casos bajo la amenaza de conflicto, escenarios de consenso o participación (más o menos formales, legítimos o valederos). Cambios logrados como el de la Ley de Riego, la conformación de estructuras sociales como la ANARESCAPYS (Asociación Nacional de Regantes y Sistemas Comunitarios de Agua Potable y Saneamiento) o de espacios de concertación como el CONIAG (Consejo Interinstitucional del Agua en Bolivia) han tenido su origen en este escenario descrito. Por ello el proceso de construcción de esta norma sectorial (Ley de Promoción y Apoyo al Sector Riego para la Producción Agropecuaria y Forestal Nº 2878 del 8 de Octubre de 2004) se ha identificado como un tema prioritario de interés para el análisis y reflexión al interior del grupo de aprendizaje.

Tomado de waterlandpeople.net para su difusión

"Mi Agua" II arranca en Oruro el 2 de junio

El director de Fortalecimiento Municipal de Oruro, Rómulo Alcons, informó el jueves que el programa "Mi Agua" II arrancará en Oruro el sábado 2 de junio y asignará a cada municipio de este departamento 300 mil dólares para ejecutar proyectos de agua y microriego.

"En esta fase van a ser acreedores de 300 mil dólares los gobiernos autónomos municipales, sin medir categoría poblacional o recursos que perciben", explicó citado en el portal Enlared.

El lanzamiento del programa Mi Agua II en Oruro se realizará el 2 de junio, para lo cual están convocando a los 34 alcaldes y gobiernos municipales del departamento.

"Para el lanzamiento del programa se prevé que el presidente Evo Morales viaje el próximo sábado a la ciudad de Oruro a firmar pre convenios para la ejecución de al menos 136 proyectos de agua y microriego", manifestó.

El programa "Mi Agua" II tiene una asignación de 85 % de parte del Fondo Productivo Social (FPS) y 15 % de contraparte municipal.

Por su parte, la Gobernación de Oruro está colaborando con asignaciones de acuerdo a las categorías municipales, tomando en cuenta que de los 34 municipios de Oruro 30 tienen menos de 10 mil habitantes.

Oruro, 31 de mayo 2012 (ABI)

Escasez de agua amenaza equilibrio ambiental en Coro Coro

La escasez de agua y las condiciones climáticas adversas, con bruscos cambios de temperatura, son problemas que afectan a las comunidades de Callirpa Sircuypata y la de Chijjchi Arriba, del municipio de Coro Coro en el departamento de La Paz, de acuerdo a documentos de trabajo de la Coordinación del Programa de Reducción de la Vulnerabilidad de los Medio de Vida ante el Cambio Climático de la Liga de Defensa del Medio Ambiente, Lidema.

La llegada de los fenómenos del Niño y la Niña afecta los medios de vida de los pobladores porque repercute sobre la seguridad alimentaria, por la pérdida en la productividad de la tierra y también de los animales que se alimentan de los pastizales, y la presencia del emprendimiento cuprífero que ha reducido la disponibilidad del agua para uso de las comunidades.

“La contaminación minera se suma al problema de escasez de agua, característico de la región, que afecta de gran manera en la actividad ganadera, que se ve disminuida por falta de agua para riego y abrevadero de animales, y la falta de productividad de suelos, lo que significa que el efecto es directo a la seguridad alimentaria y a la salud de las comunidades”, acota la investigación.

Como medida de adaptación, el Centro de Estudios Ecológicos y Desarrollo Integral, Ceedi, institución Miembro de Lidema, junto a las autoridades originarias (mallkus) de las dos comunidades afectadas y autoridades del municipio, identificaron medidas que se podrían ejecutar como el mejoramiento de sistema de riego, la construcción de abrevaderos, obligar a empresas cupríferas al cumplimiento de la normativa ambiental, entre otros.

El agua, un bien de todos

El cuerpo humano está formado por agua en algo más del 70 por ciento y si constantemente no reponemos la cantidad que perdemos a través de la orina y el sudor, en cuestión de días moriríamos.
Por ello el agua dulce es un recurso vital, pues su necesidad es tan urgente que se antepone incluso a los alimentos.

De ahí que existan corrientes en favor de que el acceso a ese líquido sea considerado a nivel internacional entre los derechos humanos fundamentales.

Del otro lado del espectro político, a medida que crece la población mundial y el cambio climático disminuye las fuentes de agua dulce, se reclama el control del agua y su distribución a través de la privatización.


El agua ha sido calificada como el oro azul, una manera de subrayar su valor e importancia económica al compararla con el petróleo, llamado corrientemente oro negro.

Cualquiera diría que todavía no hay que preocuparse tanto por ella, ya que cubre las tres cuartas partes de la superficie del planeta, pero no debemos olvidar que en su mayor proporción es salada, alrededor del 97 por ciento.

El agua de mar puede ser desalinizada, pero hasta ahora las tecnologías para este proceso son bastante costosas, lo cual imposibilita su uso a gran escala para abastecer a los seres humanos y cubrir las necesidades de la agricultura.

Las mayores reservas de agua dulce están en forma de hielo sobre la Antártica y Groenlandia. Los glaciales, por su parte, cubren el 10 por ciento de las tierras emergidas y significan el cinco por ciento del agua.

A su vez, el 22 por ciento del agua dulce está localizado en lagos y ríos, pero una parte de ella regresa a la atmósfera en forma de vapor.

Hoy en día se sabe que en la Tierra no va a haber cantidades mayores de agua. Disponemos de los mismos volúmenes existentes desde la formación del planeta y no habrá en el futuro ni una gota más.
Pero el hecho es que este líquido vital no está igualmente disponible para todos, puesto que hay zonas de lluvias abundantes e importantes vías fluviales y otras, donde al contrario, la carencia es alarmante.
Otra de las razones para la preocupación es que una gran parte del agua dulce existente no es apta para el consumo humano, ya sea por contaminación con residuos tóxicos o microorganismos causantes de enfermedades.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de un millón y medio de niños mueren cada año de enfermedades diarreicas o de otra índole por ingerir agua contaminada.
Según la misma fuente, mil 100 millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable y otros dos mil 600 millones, de un total de siete mil millones, no cuentan con suficiente agua para la higiene y sanidad.

Se dice que unos cinco millones de personas mueren cada año debido a enfermedades relacionadas con el agua.

Lo paradójico es que, incluso en países con agua, el subdesarrollo económico no ha permitido que muchos de sus habitantes tengan acceso fácil a ella, pues no han podido construirse redes hidráulicas adecuadas.
Esta también es una de las razones por las que el acceso al agua en el mundo resulta tan injusto como a los alimentos.

En Estados Unidos y Canadá la población dispone de 350 litros de agua per cápita diariamente, en tanto que en Japón la cifra es más o menos similar y en Europa, aunque varía de un país a otro, la disponibilidad es de 200 litros per cápita.
En comparación, el promedio para cada individuo en el África subsahariana oscila entre 10 y 20 litros cada día, aunque en los períodos de peor sequía en el Sahel y el Cuerno africano, la cifra puede ser considerablemente menor.

Expertos de las Naciones Unidas estiman que las personas necesitarían hacia 2015 unos 50 litros de agua per cápita por día para satisfacer sus necesidades básicas, tales como beber, bañarse, cocinar, lavar sus ropas y otros menesteres.

Pero reconocen que en el estado actual del mundo el acceso al agua es tan desigual que la meta de 50 litros diarios parece un sueño inalcanzable.

Hacia el año 2050 la población mundial tal vez se acerque a los nueve mil millones, lo cual supondrá producir más alimentos, e implicará inevitablemente disponer de más agua para los cultivos y también para las personas.

El 12 por ciento de la población mundial consume anualmente el 85 por ciento del agua disponible e inversamente: el 88 por ciento de los seres humanos tienen que repartirse el 15 por ciento restante.
Desde luego, estas cifras no se refieren sólo al uso individual, pues el agua dulce sirve para muchos fines.
La mayor parte de él (un 67 por ciento) va a parar a la agricultura y el 20 por ciento al uso industrial, pero en Asia, África y América Latina la proporción en el sector agrícola puede llegar al 85 por ciento.
Los números globales no son suficientes para describir la situación real de los menos favorecidos en relación con el oro azul.

Se estima que en las grandes ciudades de los países subdesarrollados el 70 por ciento de las familias pobres carece de agua potable.

En la mayor parte de los casos los barrios marginales no cuentan con redes hidráulicas y sus habitantes deben pagar caramente a vendedores ambulantes para disponer del agua imprescindible.
Lamentablemente no existe la tecnología para transportar los hielos antárticos por pedazos hasta las zonas áridas, para crear depósitos artificiales que permitan satisfacer las necesidades de las poblaciones sedientas.
Tampoco de pueden aprovechar los hielos que se derriten en el océano glacial Ártico y en Groenlandia, ya que van a mezclarse con el agua salada.

Ahora bien, con el crecimiento industrial de los países desarrollados y de la población mundial, el uso del agua que se extrae de ríos, lagos y acuíferos ha aumentado dos veces en el último medio siglo.
Sin embargo, con el incremento de la temperatura media debido al efecto invernadero debe aumentar al mismo tiempo la evaporación de esas fuentes superficiales y acelerar la desaparición paulatina de los glaciales, como ocurre en los montes Himalaya.
El cambio climático probablemente no hará otra cosa que volver más desigual una situación en la que un estadounidense consume como promedio cada año 110 mil litros de agua y un sudanés sólo siete mil litros.
Esto puede explicar en cierta forma por qué también los países más pobres sufren hambre. Para producir un kilogramo de trigo se necesitan mil litros de agua, un kilogramo de arroz requiere de mil 400 litros y uno de carne 13 mil litros.

Tampoco para los pobres son las tecnologías de desalinización, tanto por su costo como por las inversiones necesarias para trasladarla desde el mar al interior del país por medio de ductos, luego de tratada.
Hasta ahora esa técnica se ha practicado en forma limitada en algunos países industrializados y en los estados petroleros del golfo Pérsico, que disponen de suficiente efectivo y no reparan en costos porque necesitan desesperadamente el agua.

Pero en términos ecológicos las plantas desalinizadoras constituyen también un arma de doble filo, pues producen como desecho una verdadera salmuera que acaba con la fauna y la vegetación marinas: un costo demasiado alto si la tecnología se utilizara en gran escala.
Ante la imperiosa necesidad de agua potable, actualmente y en el futuro, muchas empresas transnacionales han estado proyectando sus inversiones hacia el sector del agua, con el respaldo de los organismos financieros internacionales.

El Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han estado imponiendo al mundo subdesarrollado, desde hace más de un decenio, el dogma de que la mejor manera de administrar el agua es privatizándola.

Algunas de las compañías involucradas en estos negocios son la Bechtel, Monsanto, Vivendi y Suez.
Teniendo en cuenta los conflictos armados y fricciones entre países y regiones a lo largo de la historia, a causa de disputas sobre el agua, muchos se preguntan si no estaremos ante nuevas batallas por este recurso.
Se dice que desde 1820 hasta el año 2000 se suscribieron más de 400 acuerdos que consideraron el agua como un elemento precioso, agotable y caro.

Los países que sufren actualmente de problemas con el agua, tales como Arabia Saudita, Egipto, Israel, Yemen, Iraq, Paquistán, Marruecos y otros, quizá sean los escenarios de nuevas tensiones.
Sectores progresistas consideran muy peligroso dejar en manos privadas la propiedad y administración de un recurso tan vital para la humanidad y reclaman que se haga todo lo necesario para mantener el agua como un bien de todos. (PL).

ARGENPRESS.info

Ministerio de Aguas financiará la construcción de mil baños ecológicos en Bolivia

El Ministro de Medio Ambiente y Agua, Felipe Quispe Quenta, anunció ayer que su despacho financiará la construcción de 1.000 baños ecológicos en el país con el fin de expandir la cobertura de saneamiento básico, en el marco de los Objetivos del Milenio que estableció la Organización de las Naciones Unidas.

"De ese total, 600 se construirán en Pando y San Ignacio de Moxos. Estos proyectos se ejecutarán tomando en cuenta las experiencias positivas de la Fundación Sumaj Huasi que construyó 10.000 baños ecológicos en las tres regiones geográficas del país con excelentes resultados entre los años 2000 y 2010", dijo citado en un boletín de prensa de ese Ministerio.

Quispe explicó que los baños ecológicos son económicos y una eficaz alternativa al saneamiento con alcantarillado. No usan agua para el arrastre de las excretas y de la orina ?agregó? sino que los acumulan por separado para su uso en la elaboración de abonos orgánicos para la producción agropecuaria de alimentos. No obstante no mencionó a cuánto asciende el financiamiento.

"Vamos a construir más baños ecológicos con la participación de las organizaciones sociales para obtener abonos orgánicos y utilizarlos en la producción de alimentos. Debemos dejar de alimentarnos sólo con pollo, Debemos producir otros productos como la quinua", insistió.


El Alto, 15 abril 2012 (ABI)

Buscan el desarrollo del río Pilcomayo

El director general de Límites, Fronteras y Aguas Internacionales Transfronterizas de Bolivia, Roger Matos, informó el lunes que se inició la sesión preparatoria de la XLV reunión ordinaria del Consejo de Delegados de la Comisión Trinacional, para el desarrollo de la cuenca del Río Pilcomayo.

"Hoy (lunes) inicia la reunión preparatoria a la XLV Reunión Ordinaria del Consejo de la Comisión Trinacional, con una agenda de 12 puntos que busca el desarrollo y mecanismos que reduzcan la contaminación del Río Pilcomayo", indicó a los periodistas.

La cuenca del río Pilcomayo, de 288.360 km², abarca una importante región de recursos naturales de Latinoamérica, la misma que es compartida por Argentina, Bolivia y Paraguay.

Matos recordó que este tipo de reuniones se lleva a cabo cada año entre los tres países a través de un consejo de delegados, quienes analizan temas como la crianza de sábalos, la dinámica del Río, problemas de calidad del agua, entre otros.

Agregó que en esta reunión preparatoria será para analizar y entrar en acuerdo entre los tres países sobre la temática, para que el martes los primeros delegados de cada uno de ellos, aprueben o amplíen los análisis y acuerdos sobre el Rio.

"En ese sentido, la Comisión pretende ver los avances del plan de gestión, analizar los problemas que se tiene en los diferentes ámbitos, tomando medidas a corto, mediano y largo plazo pero todo en el marco del plan maestro de gestión de la cuenca del Río Pilcomayo", explicó.

Asimismo, informó que para esta reunión Bolivia tiene algunas propuestas a nivel trinacional y nacional de carácter integral orientadas al control de la erosión, transporte de sedimentos, limpieza del Río y estudios sobre la dinámica del desarrollo del sábalo.

"Además tenemos otros proyectos como de investigación sobre el tema piscícola, la construcción de un Centro de Investigación en Villa Montes, en el lado boliviano, la rehabilitación donde puedan desarrollarse los peces, el uso y aprovechamiento de los recursos hídricos, protección del medio ambiente", sostuvo.



La Paz, 9 abril 2012 (ABI).-

ADEMAF entrega tanque y nueva de red de agua potable en El Carmen del Iténez

La directora regional de la Agencia para el Desarrollo de las Macroregiones y Zonas Fronterizas (ADEMAF), Jessica Jordan, entregó el lunes un tanque y la ampliación de la red domiciliaria de agua potable a la población de El Carmen del Itenez, municipio de Huacaraje, Beni.

"El presidente Evo Morales está cumpliendo con El Carmen, hoy estamos entregando un proyecto anhelado por todos los que habitan esta región. Como servidores públicos tenemos el mandato de nuestro Presidente de trabajar por todos ustedes", dijo.

Jordan informó que existe un compromiso del Gobierno para ejecutar el proyecto vial Huacaraje-El Carmen del Iténez, obra que será ejecutada por la Fuerza Binacional de Ingeniería Social Bolivia-Venezuela en coordinación con las autoridades regionales.

A su turno, el secretario general de la Gobernación, Juan Carlos Zambrana, anunció que se firmó contrato para el mejoramiento y ripiado del tramo Pedro Ignacio Muiba-El Carmen del Iténez.

Asimismo, el alcalde de Huacaraje, Omar Rapu, agradeció al Gobierno por ese proyecto que beneficiará a cientos de familias.

"El Presidente, dentro de su política de fortalecimiento a regiones olvidadas, está llegando con obras de beneficio para toda la población boliviana, por ello hago llegar nuestros agradecimientos", dijo.

También la legisladora nacional y oriunda de El Carmen del Iténez, Zonia Guardia, mostró su satisfacción por la entrega de ese importante proyecto y se comprometió a seguir impulsando proyectos de desarrollo para el Beni desde la Asamblea Legislativa Plurinacional.

"Hemos traído ya tres proyectos de desarrollo para El Carmen, pero nuestro compromiso como autoridades es trabajar por traer más proyectos en beneficio de esta región", remarcó.

Trinidad 09 abril 2012. (ABI)

Agua potable llega a más de 2 mil familias del D12 en El Alto

El ministro de Medio Ambiente y Agua, Felipe Quispe, inauguró ayer la estructura de mejoramiento y ampliación del sistema de agua potable que beneficiará a más de 2.500 familias del Distrito 12 de la ciudad de El Alto.

Para el acto llegaron hasta la zona el alcalde de la ciudad de El Alto, Édgar Patana; el embajador del Japón, Toshio Watanabe; el subalcalde del Distrito 12, René Bustillos Chaca, y el director ejecutivo del Fondo Nacional de Inversión Productiva y Social (FPS), Juan Carlos Munguía.

El ministro Quispe indicó que la obra de mejoramiento y ampliación se ejecutó en 280 días y demandó una inversión de 2,5 millones de bolivianos. El Gobierno nacional, a través del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, gestionó el financiamiento de los recursos.

La obra forma parte del programa ‘Doce proyectos de agua potable y alcantarillado en la ciudad de El Alto y Viacha’. La construcción estuvo a cargo de la empresa Reedco SRL.

Desde hace tres semanas de operaciones de prueba, un total de 11.546 usuarios, que conforman aproximadamente 2.500 familias, recibe en sus domicilios agua potable en mayor cantidad, mejor calidad y en forma permanente. La red de tuberías de PVC E-40 ampliada y mejorada tiene una longitud de 9,5 kilómetros.

Quispe anunció que en los próximos días se dará inicio a las obras de ampliación del sistema de alcantarillado sanitario del Distrito 12 en su segunda fase, con una inversión de 11,7 millones bolivianos.



EL ALTO, Cambio 6 de abril 2012