Día Mundial del Agua
La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1993 la resolución A/RES/47/193 que declara el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua, en conformidad con las recomendaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo contenidas en el capítulo 18 (Recursos de agua dulce) de la Agenda 21. En esta fecha, los diferentes Estados fomentan la conservación de los recursos hídricos a través de la difusión de documentos y la organización de conferencias, mesas redondas, seminarios y exposiciones. Cada país celebra el Día Mundial del Agua a su modo.
¿Qué es el agua y de dónde proviene?
La historia de nuestro planeta nos dice que hace 4500 millones de años se inició su lenta evolución geobiológica. Debieron pasar varios millones de años más para que la Tierra llegara a tener sus características actuales. Mientras la Tierra se formaba, hace casi 4000 millones de años, la atmósfera (capa de gases) y la hidrósfera (capa de agua) no eran como las conocemos ahora. Se ha confirmado que la formación de la litosfera (parte sólida) es anterior a la formación de la hidrósfera; esta última se formó hace aproximadamente 3800 millones de años. En ese tiempo, el agua apareció como componente químico en los océanos y mares primitivos de nuestro planeta. El agua está formada por moléculas que resultan de la unión -a través de enlaces electrovalentes - de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Puede encontrarse en tres estados físicos principales: sólido, como la nieve y el hielo; líquido, en los océanos, mares y ríos; y gaseoso, en el vapor de agua. Actualmente el 1% de la reserva mundial de agua está en África, América, Asia, Europa y Oceanía. A primera vista, el agua presente en los continentes parece abundante, pero en realidad no es así. Las reservas de agua en la Tierra se distribuyen de la siguiente manera: océanos y mares (97%), casquetes polares y glaciares (2%), aguas subterráneas (0.75%) y ríos y lagos (0.25%).
Importancia del agua para los seres vivos
Hace 3500 millones de años ocurre un hecho sorprendente y único que marca una gran diferencia con las épocas anteriores de formación de la Tierra: surge la vida en el mar. Se desarrollan los primeros seres vivos simples (los procariontes), capaces de multiplicarse y crecer gracias a los materiales y a la energía que les proporciona el medio formado por el agua. El agua forma parte de los líquidos circulantes del cuerpo de los animales y plantas, como la savia, la linfa, la hemolinfa y la sangre. También está presenta dentro y fuera de las células, cuyos requerimientos de agua están regulados por mecanismos sin los cuales no se realizarían las principales funciones de todo ser vivo. El hombre utiliza el agua en su alimentación e higiene, así como para transportarse por mares, ríos y lagos, generar energía en los saltos de agua y transformarla en energía eléctrica.
¿Cómo llega el agua a nuestras casas?
Para que llegue a las casas, el agua hace un largo recorrido. Antes que nada, es desviada de un río o de una represa en la que está almacenada. De allí se envía a una planta de potabilización, donde se somete a los procesos de cloración (eliminando algas y bacterias), aireación (para eliminar malos sabores y olores), sedimentación, filtración (para eliminar el lodo) y una segunda cloración. Luego, poderosas bombas eléctricas hacen circular el agua a través de un complejo sistema de tuberías. Se necesita mucha energía y dinero para bombear agua potable durante las 24 horas del día. Finalmente, el agua que se consume en la casa desemboca en una red de cloacas que van a los océanos o a los ríos. Pero, ¿de dónde proviene el agua que forman las lluvias, los ríos, lagos y lagunas que nos abastecen del líquido elemento? Debido al ciclo del agua, el suministro en nuestro planeta está constantemente en movimiento, de un lugar a otro y de un estado físico a otro. El ciclo se inicia con la evaporación del agua de los mares, en mayor cantidad, pues también hay evaporación de agua de las plantas, lagos y lagunas. Al ascender a la atmósfera, se condensa en pequeñísimas gotas suspendidas en las masas de aire que forman las nubes. Estas nubes viajan a regiones altas y frías, donde el agua contenida puede precipitarse al suelo en forma de lluvia, nieve o de porciones más grandes de agua sólida como el granizo. Todo este ciclo depende de la energía calorífica del Sol, que permite el cambio de estado de las moléculas del agua en las diferentes regiones geográficas de la Tierra. Parecería que la provisión de agua en nuestro planeta es eterna, pero no lo es porque el agua es un recurso no renovable.
¿Por qué debemos cuidar el agua?
En la actualidad, aproximadamente la mitad de los ríos del mundo se encuentran en condiciones de contaminación y agotamiento graves, incluyendo el Mar Aral y los Humedales de Mesopotamia que se han reducido, provocando calamidades medioambientales para la población, la fauna y la pesca. Dos mil millones de personas -cerca de un tercio de la población mundial- dependen de los suministros que ofrecen las aguas freáticas o del subsuelo. En algunos países, como en partes de India, China, Asia Occidental incluyendo la Península Arábiga, la ex Unión Soviética y la zona oeste de los Estados Unidos, los niveles de las aguas freáticas están bajando debido a una sobreextracción. En Europa Occidental y en los Estados Unidos esta agua está contaminándose en forma creciente por el uso de químicos en la agricultura. En muchas partes del mundo la gente cree que basta con abrir un caño para tener agua limpia y segura para beber, cocinar o lavar. Sin embargo, más de mil millones de seres humanos se ven obligados a recurrir a fuentes de abastecimiento de agua potencialmente nocivos.
El 22 de marzo, Día Mundial del Agua, se manifiesta el interés de las naciones por promover el acceso de todas las personas al agua potable y a los servicios de saneamiento. La celebración de este día constituye un esfuerzo para convencer al público acerca de la importancia del recurso hídrico, generar debate e identificar los peligros derivados de la falta de agua potable. ¿Cuántas veces hemos escuchado un caño o grifo de agua que gotea y únicamente lo cerramos cuando nos molesta el ruido que hace? ¿Reparamos rápidamente un tanque de agua descompuesto que se lleva agua limpia y sin uso al desagüe? ¿Cuántas veces desperdiciamos el agua potable al bañarnos, al cepillarnos los dientes, jugando y arrojándola en las calles? Debemos tener presente que el agua no es un recurso renovable y que pronto comenzará a escasear. Ya no necesitamos más declaraciones, sino más bien poner en marcha acciones personales, vecinales y regionales que nos permitan reconocer la importancia del agua y cuidarla como recurso vital para nuestra existencia.
0 comentarios:
Publicar un comentario